Mi Etica en Sesiones Tantra...

La dignidad de tu cuerpo y tu alma es esencial. Mi respeto a ti es impecable.

Para mí tú eres la única protagonista de la sesión; así pues, mi cometido va más allá de garantizarte resultados y profesionalidad, es también mi compromiso de crearte un espacio personalizado, cálido, discreto, confidencial con total ética y honestidad, propio de la Sagrada Intimidad, donde te sientas segura y libre de expresar todo lo que desees.

En las Sesiones y encuentros se preservan y garantizan los límites de tu intimidad personal.

Me considero un profesional en actitud y conducta, responsable y fiable, con décadas de experiencia.

En todo momento, tanto en conversaciones on-line como en la práctica, ejercicios, intimidad real, el desarrollo de la percepción consciente de tu experiencia, sus efectos y los resultados en ti, permanecerán en la más estricta confidencialidad.

Todas las sesiones están dirigidas a personas adultas, bajo su propia decisión y responsabilidad personal, y se celebran en espacio protegido y acondicionado para ello.

Se pretende que logres expresarte, experimentar, vivir e integrar tus experiencias por completo. 

La vida también me ha puesto en el camino a mujeres dedicadas al "sexo servicio", trabajadoras profesionales del sexo a las que he ayudado a trascender ese honrado trabajo, o bien, a sobrellevarlo en armonía por su propia voluntad. Mi sensibilidad en estos casos es máxima, y tengo muchísima experiencia en ello por vivencias y razones profundas en mi Ser.

En el mismo orden de temas sensibles, mi capacidad es extrema cuando se trata de ayudar a mujeres que han sufrido abusos y violaciones.

En ambos casos anteriores, he ayudado a muchísimas mujeres en numerosos países.

Las sesiones y actividades están encaminadas a despertar tu percepción corporal consciente, reconociendo tu capacidad para sanar, el poder de tu energía vital kundalini y de tu propia sexualidad.

Si te sirve de algo, te garantizo lo que suele suceder al acabar la sesión, que estarás en una vibración tan elevada de AMAR y tus sentires tan a flor de piel, que solo podrás pronunciar una palabra: ¡gracias!